De origen acomodado, a los 7 años ya demostraba una notable habilidad para tocar el piano, pero su padre, Joaquín, además de negarse a que su hijo asistiera a las lecciones de dicho instrumento, abandonó a su esposa, María Aguirre del Pino. Esto dificultó la vida de Agustín y se vio obligado a ayudar a su madre desde los 12 años trabajando en clubes nocturnos (diciendo a su madre que realizaba turnos telegráficos nocturnos; posteriormente ella lo descubrió). Ingresó en una academia militar aunque duró poco, debido a su frágil y endeble estado de salud no tuvo suerte y lo dieron de baja.
Su primera canción fue Marucha, escrita en honor a uno de sus primeros amores. Esta canción, por cierto, terminó causándole dificultades a ella, llegando en una ocasión a tener una pelea con otra mujer. En 1927 ya estaba trabajando en cabarets, aunque se trasladó temporalmente a Puebla hasta 1929, quizá debido a los acontecimientos de la Guerra Cristera, que por entonces se desarrollaba en México (el conflicto Iglesia-Estado que se suscitó entre 1926 y 1929; por cierto, él mismo narraría, a través de la radio, las circunstancias en las que conoció al padre Miguel Agustín Pro Juárez: la policía encerró a los hombres, mas no a las mujeres, a quienes había arrestado en una reunión católica, religión por entonces prohibida por el gobierno; ya en la comandancia de policía, a él le fue dado presenciar el fusilamiento, por un pelotón, de este personaje, acusado, sin juicio alguno ni desahogo de pruebas, de participar en actos de sabotaje y terrorismo). En el mismo 1929 empezó a trabajar para el tenor Juan Arvizu, al cual dio a conocer sus composiciones. En septiembre de 1930 inició su carrera de éxitos rotundos en la radio y al tiempo actuaba y componía canciones para diversas películas como Santa (1931). En 1933 afrontó el fracaso de su primera gira en Cuba, debido al cambiante clima político que imperaba en la isla.
Hizo diversas giras por América del Sur y nuevas composiciones aumentarían su fama como Solamente una Vez (compuesta en Buenos Aires y dedicada a José Mojica), Veracruz,Guitarra Guajira/Palmera, Tropicana, Pecadora entre otras. También fue célebre por sus amores con diversas mujeres entre ellas María Félix, que fue una de sus esposas y para quien hizo composiciones como María Bonita, Aquel Amor y Noche de ronda entre otras.
Estatua de Lara en Madrid (H. Peraza, 1975).
Cabe decir que su casa de Las Lomas fue centro de tertulias para artistas y escritores que solían reunirse a menudo y más en tiempos de María Félix. En el cine actuó en películas como Novillero (1936) y Coqueta Perdida (1949).
En España su figura era muy conocida a comienzos de la década de los años 1940, incluso recibió diversos honores y condecoraciones en todo el mundo, como la que recibiría de manos del «Caudillo» español Francisco Franco, quien en 1965 le obsequió con una hermosa casa en Granada (España), gracias a las canciones dedicadas a diversas ciudades como Toledo, Granada, Sevilla, Madrid, entre otras.
A partir de 1968 inicia una rápida decadencia que lo llevaría hasta el final de su vida, incluso tuvo un accidente que le causó la fractura de la pelvis, lo que agravó su salud dada su edad avanzada. Murió en Ciudad de México el 6 de noviembre de 1970.
Agustín Lara fue sepultado por orden presidencial en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón de Dolores en Ciudad de México. Sus composiciones, entre 162 y 600 según estimaciones, han sido cantadas desde hace décadas por intérpretes de todo el mundo.
Entre otras, compuso las siguientes canciones: "Adiós Nicanor", "Amor de mis amores", "Arrancame la vida" (que fue la inspiración para el título de la novela del mismo nombre de Ángeles Mastretta), "Aventurera", "Como dos puñales", "La cumbancha", "Escarcha", "Cabellera blanca", "Farolito", "Granada", "Cuerdas de mi guitarra", "Clave azul", "Oye la marimba", "Humo en los ojos", "Lágrimas de sangre", "Lamento jarocho", "María Bonita", "Mujer", "Noche criolla", "Noche de ronda", "Oración caribe", "Palabras de mujer", "Pecadora", "Revancha", "Rival", "Rosa", "El organillero", "Santa", "Señora tentación", "Solamente una vez", "Te vendes", "Veracruz". También, "Puerto Nuevo" y "Callecita" (canciones cuya letra escribiera el poeta "El Vate" Ricardo López Méndez). En el año 2003, en Buenos Aires, se estrena Loca por Lara, espectáculo musical de Kado Kostzer y Sergio García Ramírez, que reúne en una historia de ficción las canciones más representativas del genial compositor.
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