Fuera de su carrera musical, ha luchado por derechos humanos y causas humanitarias. Recientemente, ha criticado la política de George W. Bush por la Guerra de Irak. También participó en la canción ganadora del premio Grammy "We are the world" (1985). Harry Belafonte es desde 1987 embajador de Unicef, y ocupa su labor en los derechos de los niños africanos. En 2001 inició una campaña contra el SIDA en Sudáfrica.
Cuando Belafonte tiene ocho años, su familia se traslada a Jamaica y regresa a los trece a Nueva York, pero aquella estancia marcó su vida, invadido por los ritmos caribeños.
Tras enrolarse en la marina, trabajó en el American Negro Theatre Workshop y después como simple mensajero.
Siguió cantando aunque sin fortuna, actuando en pequeños clubs de la costa este de Norteamérica, y abrió un restaurante en el Greenwich Village, que cerró para dedicarse definitivamente a cantar
2 comentarios:
Ah perverso!!! Esta es una de las que apoyas con todo!!
Bien por eso, es buena!!!
Sigue así Androide.
Jejejeje Beetlejuiceeee todo un clasico
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