(Úbeda, Jaén, 1949) Cantautor español, considerado uno de representantes más destacados del folk-rock urbano español de los noventa. Joaquín Sabina figura entre los pocos cantautores que ha sabido evolucionar con los tiempos y ampliar su número de seguidores hasta límites insospechados.
Interesado desde la temprana adolescencia por la poesía y la música, se inició como compositor musicando los espectáculos de un grupo teatral de Granada. En 1976, tras una estancia en Inglaterra, fijó su residencia en Madrid y se convirtió en un habitual de La Mandrágora, local en el que compartió tablas con Javier Krahe y Alberto Pérez. Tras firmar contrato con la discográfica Movieplay, en 1978 sacó a la luz su primer álbum, Inventario, al que seguiría en 1980, con el sello Epic, Malas Compañías (con arreglos de Hilario Camacho y José Antonio Romero), álbum que contenía sus primeros éxitos: Pongamos que hablo de Madrid, Calle Melancolía o Círculos viciosos.
Un año después se publicó La Mandrágora, un disco que recoge una actuación en directo con sus compañeros de escenario Javier Krahe y Alberto Pérez y que tuvo una magnífica aceptación. Sus temas empezaron a aparecer en el repertorio de multitud de figuras consagradas como Ana Belén, Miguel Ríos, Javier Gurruchaga, Hilario Camacho, Juan Antonio Muriel (que interpretó Princesa en una edición del Festival de Benidorm) y Los Secretos.
Tras intervenir en la serie de programas Si yo fuera presidente de Fernando García Tola y componer sintonías de televisión (Con las manos en la masa y Esto es lo que hay), en 1984 edita Ruleta rusa y en 1985 (ya con el sello BMG-Ariola) Juez y parte, acompañado del grupo Viceversa. A partir de entonces se disparó su popularidad, sobre todo con la puesta en circulación del disco Joaquín Sabina y Viceversa en directo, en cuya emisión por televisión fue censurado el tema Cuervo Ingenuo, interpretado por Javier Krahe, por su alusión al presidente Felipe González.
Álbumes como Hotel, dulce hotel (1987), El hombre del traje gris (1988) y otros trabajos posteriores fueron dibujando un Joaquín Sabina cada vez más ecléctico, con temas como "Con un par" del álbum Mentiras piadosas (1990), y "Nos dieron las diez" de su siguiente trabajo Física y Química (1992). Esta última canción fue compuesta a medias con los integrantes de Los Secretos; el grupo la grabó también, modificando en parte la letra. Joaquín Sabina logró atraer la atención de un público más joven que el de su propia generación y consagrarse como digno heredero de un trono ocupado durante décadas por Joan Manuel Serrat. Así lo puso de manifiesto el éxito de sus siguientes trabajos: Esta boca es mía (1994), con su famoso tema "Ruido", compuesto por él y Pedro Guerra; Yo, mi, me, contigo (1996), que se colocó en el número uno de la lista de ventas de Afyve (80.000 copias vendidas en su primera semana en el mercado); Enemigos íntimos (1998), álbum realizado al alimón con Fito Páez, que contiene el tema "Llueve sobre mojado", compuesto e interpretado por ambos; y el memorable 19 días y 500 noches (1999).
En noviembre de 1999 recibió el premio Ondas al mejor artista español, que unió al que ya había merecido como mejor autor pop rock en la primera edición de los premios de la Música de España (1997), creados por la Sociedad General de Autores de España (SGAE) y la Asociación de Intérpretes o Ejecutantes (AIE). Tras una larga gira por España y Latinoamérica para ofrecer a sus seguidores de siempre 19 días y 500 noches, presentó Nos sobran los motivos (2000), un disco doble en directo donde recogió canciones de toda su carrera musical y un nuevo tema inédito, "Rosa de Lima".
En 2001 publicó Ciento volando, libro de sonetos inspirados y dedicados a cineastas, actores, escritores, toreros y cantantes. Después de algunos meses retirado de los escenarios tras sufrir una isquemia cerebral, regresó para grabar un nuevo disco, Dímelo en la calle (2002), y publicar un libro con todo su cancionero, Con buena letra (2002). Al año siguiente presentó el poemario Ciento volando de catorce, del que se vendieron 150.000 ejemplares. También en 2003 editó Diario de un peatón, un doble CD en formato disco-libro en el que se incluyeron algunas rarezas, temas inéditos y caras B.
En septiembre de 2005 presentó el disco Alivio de luto, un trabajo que tuvo varios títulos provisionales (como "Números rojos" o "Doce más una"), y que, en palabras del propio Sabina, es un disco "en torno a asuntos de introspección y meditación". El cantante había sobrellevado dos años de delicada salud que le hicieron pensar en abandonar las giras, pero, plenamente recuperado, continuó su labor con su energía acostumbrada, como se demostró en un recital en el Palacio de Congresos de Madrid, el 20 de diciembre de ese mismo año. En el verano de 2006 volvió a la carga con una gran gira llamada "Carretera y top manta". Ante la polémica suscitada por tal denominación, Sabina se enfrentó con su humor y socarronería habituales a las desmesuradas críticas vertidas por parte de algunos directivos de las discográficas y de las sociedades de derechos de autor.
En 2007 realiza una gira junto a Joan Manuel Serrat llamada Dos pájaros de un tiro, que comienza el 29 de junio y que los lleva por 30 ciudades españolas y 20 americanas. En ella, el catalán interpreta las mejores canciones del ubetense mientras éste hace lo propio con el repertorio del noi del Poble-sec. De los conciertos celebrados en Madrid se graba un disco en directo y un DVD con más material que es puesto a la venta en diciembre de 2007.
El 5 de marzo de 2009 se anuncia la concesión a Joaquín Sabina, junto a José Tomás, Raúl González Blanco y Paloma O'Shea, de la Medalla de Oro de la Ciudad de Madrid que otorga anualmente el Ayuntamiento como reconocimiento a personajes públicos que han contribuido con su trabajo a fomentar la buena imagen de la ciudad. El galardón lo recibe el 15 de mayo del mismo año.35 El 17 de noviembre de ese año publica su decimoquinto álbum de estudio, titulado Vinagre y rosas y cuyo sencillo, «Tiramisú de limón», es cantado junto al grupo Pereza, el cual se encarga además de ponerle música así como de los coros y la producción. Para presentar este nuevo álbum inició una gira en Salamanca, donde dio sus 2 primeros conciertos los días 20 y 21 del mismo mes.36 Esta gira, según ha afirmado, será la última que realice por grandes escenarios.37 El 16 de noviembre de 2010, la revista Rolling Stone le otorgó el premio como Artista del año.
En 2011, el cantante inició la gira El penúltimo tren en la cual tenía previsto cantar por primera vez en Estados Unidos.39 Sin embargo, en mayo de 2011, Sabina suspendió los conciertos en ciudades mexicanas y estadounidenses debido a una «diverticulitis aguda con riesgo de complicaciones» y los pospuso para el mes de octubre.40 Ya recuperado, regresó a los escenarios el 2 de julio en el festival Músicos en la naturaleza, celebrado en Hoyos del Espino (Ávila, España), en el que actuó junto a Andrés Calamaro.
Curiosidades de Joaquín Sabina
Tiene 2 hijas, Carmela (1989) y Rocío (1991). Por otro lado, su padre, comisario de policía, le detuvo a los 19 años por pertenecer al Partido Comunista.
En 1974, el ex beatle George Harrison le dio una propina de 5 libras cuando Sabina tocó para él en su cumpleaños, y el propio Bob Dylan le prohibió tocar la versión paródica que hizo del tema In the beginning, que él llamó Con su bikini.
El director de la discográfica CBS le ofreció su primer contrato con la referencia de una canción suya que sonaba entonces por TVE, “¡Qué demasiao!”: la cantaba Pulgarcito en el “Popgrama” de Carlos Tena.
La canción Pongamos que hablo de Madrid fue grabada por Antonio Flores antes que por Sabina, y alcanzó el número 1 en los 40 Principales.
En 1997 le recibió Fidel Castro, con quien conversó durante cinco horas.
sábado, 27 de agosto de 2011
sábado, 20 de agosto de 2011
Sergio Esquivel - San Juan de Letrán
Nació un 8 de Diciembre en Tikúl, en el estado de Yucatán en México.
Estudio en la Ciudad de México en la Escuela Superior de Educación Física y regresó a Yucatán para ejercer su profesión.
Mientras estudiaba en la Ciudad de México escribió su primera canción, Rocío, dedicada a su hermana, la hizo tal vez estar lejos de su familia o por calmar un poco la soledad que aqueja a todos los que alguna vez vivimos en el exilio.
En Abril de 1971, ya con algunas canciones publicadas, participa en el El Primer Festival de la Canción Popular Nacional e Internacional en donde le tocó enfrentarse a gente de la talla de Don Pedro Vargas quien participaba con una canción del mismísimo Armando Manzanero, Gualberto Castro y Carlos Lico. Sergio logró 3er. lugar con su canción ¿Donde está mi amor ?
Sergio Esquivel ha participado en eventos internacionales de música y siempre a dejado constancia de su calidad. Tiene un buen lugar en el gusto del público romántico y es reconocido en países como Chile, Venezuela, Colombia, Uruguay, Costa Rica, Guatemala y América Latina en general.
Ha participado en el Festival de Viña del Mar, en el Carifesta, en el OTI y fue el primer autor mexicano que ganó este certamen internacional con la canción en voz de la Señora Imelda Miller. Cabe aclarar que en la canción "Qué alegre va María" nunca aparece el nombre de Sergio, esto es porque le regaló la canción a la mujer que la inspiró, su esposa, Celia Bonfil.
El Señor Esquivel es como cualquier persona de este mundo, con la única particularidad de que le pone música a sus sentimientos, si tú -amigo visitante-, alguna vez has estado enamorado, entonces Sergio Esquivel ya escribió alguna canción que te queda como anillo al dedo.
Le ha cantado a los novios, los esposos, las viudas, los amigos, al amor que se fue, al que no ha llegado, a la vida, a los hijos, a los padres, a la muerte, a la vida, a la felicidad, a la tristeza, en fin, a todos los sentimientos que nos motivan a ser mejores cada día de nuestra existencia.
Sería interminable el pretender describir con palabras lo que él hace tan extraordinariamente con sus canciones y su música, te invito a que conozcas algo de la gran persona y del excelente cantautor que la vida nos dio la oportunidad de conocer.
Sergio Esquivel vive en Yucatán y se dedica actualmente a producir para nuevos valores.
Estudio en la Ciudad de México en la Escuela Superior de Educación Física y regresó a Yucatán para ejercer su profesión.
Mientras estudiaba en la Ciudad de México escribió su primera canción, Rocío, dedicada a su hermana, la hizo tal vez estar lejos de su familia o por calmar un poco la soledad que aqueja a todos los que alguna vez vivimos en el exilio.
En Abril de 1971, ya con algunas canciones publicadas, participa en el El Primer Festival de la Canción Popular Nacional e Internacional en donde le tocó enfrentarse a gente de la talla de Don Pedro Vargas quien participaba con una canción del mismísimo Armando Manzanero, Gualberto Castro y Carlos Lico. Sergio logró 3er. lugar con su canción ¿Donde está mi amor ?
Sergio Esquivel ha participado en eventos internacionales de música y siempre a dejado constancia de su calidad. Tiene un buen lugar en el gusto del público romántico y es reconocido en países como Chile, Venezuela, Colombia, Uruguay, Costa Rica, Guatemala y América Latina en general.
Ha participado en el Festival de Viña del Mar, en el Carifesta, en el OTI y fue el primer autor mexicano que ganó este certamen internacional con la canción en voz de la Señora Imelda Miller. Cabe aclarar que en la canción "Qué alegre va María" nunca aparece el nombre de Sergio, esto es porque le regaló la canción a la mujer que la inspiró, su esposa, Celia Bonfil.
El Señor Esquivel es como cualquier persona de este mundo, con la única particularidad de que le pone música a sus sentimientos, si tú -amigo visitante-, alguna vez has estado enamorado, entonces Sergio Esquivel ya escribió alguna canción que te queda como anillo al dedo.
Le ha cantado a los novios, los esposos, las viudas, los amigos, al amor que se fue, al que no ha llegado, a la vida, a los hijos, a los padres, a la muerte, a la vida, a la felicidad, a la tristeza, en fin, a todos los sentimientos que nos motivan a ser mejores cada día de nuestra existencia.
Sería interminable el pretender describir con palabras lo que él hace tan extraordinariamente con sus canciones y su música, te invito a que conozcas algo de la gran persona y del excelente cantautor que la vida nos dio la oportunidad de conocer.
Sergio Esquivel vive en Yucatán y se dedica actualmente a producir para nuevos valores.
sábado, 13 de agosto de 2011
Richard Bona - Te Dikalo
Es un cantante, compositor y multiinstrumentista camerunés de jazz y jazz fusión, especializado en el bajo eléctrico, instrumento del que es uno de los máximos exponentes actuales a nivel mundial.
Bona nació el 28 de octubre de 1967 en Minta, una pequeña localidad del Camerún oriental. Richard comenzó tocando el balafón con tan solo cuatro años, estimulado por su madre y su abuelo, quien le había construido el instrumento que el niño tocaba más de doce horas diarias.1 Con cinco años el pequeño Bona ya actuaba en la iglesia local, donde rápidamente se convirtió en una pequeña leyenda local, un niño prodigio cuyos espectáculos en bodas, bautizos y pequeñas fiestas todos querían contemplar. Con 11 años se trasladó con su padre a la localidad portuaria de Douala y allí se dio cuenta de que para atraer más público necesitaría aprender un nuevo instrumento, más moderno. Usando flautas y guitarras que él mismo se había fabricado con latas de aceite y alambres de bicicleta, finalmente encontró trabajo como guitarrista2 en una banda de Douala.
En 1980 el dueño de un club local pidió a Bona que formase una banda de jazz para su establecimiento, dándole acceso a su colección de vinilos. Cuando Bona escuchó impresionado el disco de debut de Jaco Pastorius, decidió cambiar de instrumento principal, adoptando desde entonces como instrumento principal el bajo eléctrico.
Tras la muerte de su padre en 1985, Bona decidió abandonar Camerún para instalarse en París en 1989 con tan sólo 22 años. Allí su fama como virtuoso no hacía más que crecer en cada una de sus apariciones en los clubs de jazz locales, junto a músicos como Didier Lockwood, Marc Ducret, Manu Dibango o Salif Keïta. Richard continuó profundizando su estudio de la obra de grandes músicos de jazz como Miles Davis, Chet Baker o Ben Webster.
Se inscribió en una escuela de música para perfeccionar sus habilidades como compositor y creó una banda propia llamada Point Cardinale. Finalmente, el teclista Joe Zawinul, en su constante búsqueda de nuevos talentos, advirtió la presencia del joven bajista en los clubes parisinos y lo fichó para su álbum de 1992 We the people, lo que supuso el estreno discográfico del bajista como acompañante de un nombre de relevancia internacional. En 1995, animado por el guitarrista Mike Stern, Bona abandonó París para establecerse en Nueva York, en cuya jam scene causaría un inmediato y notable impacto; de repente, Richard se encontró trabajando con los mayores nombres de la escena de jazz mundial, como Mike Stern, Randy Brecker, Michael Brecker, Bob James, Chick Corea, Bobby McFerrin o Branford Marsalis entre otros muchos.
En 1998, Bona grabó el primero de sus cuatro álbumes en solitario, Scenes From My Life, y un año más tarde se embarcaría como corista y percusionista en una gira mundial con Pat Metheny Group, junto a Steve Rodby, el bajista de la banda. En el 2004 Bona forma su propio sexteto fijo con el que ha recorrido los principales festivales de jazz del mundo. Aunque desde entonces el músico se ha focalizado en su proyectos en solitario, aún mantiene una apretada agenda de colaboraciones, además de actuar esporádicamente con Mike Stern, Steps Ahead o la Jaco Pastorius Big Band en distintos locales de Nueva York.
Es fácil comprobar mediante un rápido vistazo a su trayectoria que Bona ha trabajado con los más importantes músicos de la escena neoyorquina, y que lo ha hecho abarcando una amplísima variedad de registros estilísticos, que van desde el jazz hasta el funk o el pop.
Bona es un cantante muy capaz y un multinstrumentista con una increíble capacidad natural de aprender a tocar cualquier instrumento nuevo tan sólo mirando como es ejecutado.4 En lo que respecta a sus aportaciones en el bajo eléctrico, Bona es uno de los mayores virtuosos de la actualidad y una de las figuras que más atención atrae de parte de las revistas especializadas y de los aficionados al instrumento. Bona es músico y compositor antes que bajista, y su música es una obra integral donde cada instrumento tiene un papel diseñado para contribuir equitativa y musicalmente a la esencia del tema5 y un espacio cuyo centro está ocupado por la melodía, y no por ningún instrumento particular. Esta concepción, además de contribuir a acercar las propuestas de Bona a un público mucho más amplio, le ha proporcionado una credibilidad como compositor entre los críticos especializados que no es nada fácil encontrar en muchos de sus colegas bajistas.
El lenguaje de Bona en su doble vertiente de compositor y músico, refleja sus múltiples y variadas influencias (desde las complejas armonías características del jazz6 hasta los intrincados poliritmos característicos de las músicas tradicionales africanas, pasando por la importancia de la melodía que se deriva del interés del músico en el pop y el soul).
Aunque Richard Bona posee un amplio arsenal de bajos eléctricos, mantiene desde hace años un contrato de endorsement con la firma norteamericana Fodera que le lleva a usar preferentemente los instrumentos fabricados por esta marca en los conciertos y grabaciones del artista.
Bona nació el 28 de octubre de 1967 en Minta, una pequeña localidad del Camerún oriental. Richard comenzó tocando el balafón con tan solo cuatro años, estimulado por su madre y su abuelo, quien le había construido el instrumento que el niño tocaba más de doce horas diarias.1 Con cinco años el pequeño Bona ya actuaba en la iglesia local, donde rápidamente se convirtió en una pequeña leyenda local, un niño prodigio cuyos espectáculos en bodas, bautizos y pequeñas fiestas todos querían contemplar. Con 11 años se trasladó con su padre a la localidad portuaria de Douala y allí se dio cuenta de que para atraer más público necesitaría aprender un nuevo instrumento, más moderno. Usando flautas y guitarras que él mismo se había fabricado con latas de aceite y alambres de bicicleta, finalmente encontró trabajo como guitarrista2 en una banda de Douala.
En 1980 el dueño de un club local pidió a Bona que formase una banda de jazz para su establecimiento, dándole acceso a su colección de vinilos. Cuando Bona escuchó impresionado el disco de debut de Jaco Pastorius, decidió cambiar de instrumento principal, adoptando desde entonces como instrumento principal el bajo eléctrico.
Tras la muerte de su padre en 1985, Bona decidió abandonar Camerún para instalarse en París en 1989 con tan sólo 22 años. Allí su fama como virtuoso no hacía más que crecer en cada una de sus apariciones en los clubs de jazz locales, junto a músicos como Didier Lockwood, Marc Ducret, Manu Dibango o Salif Keïta. Richard continuó profundizando su estudio de la obra de grandes músicos de jazz como Miles Davis, Chet Baker o Ben Webster.
Se inscribió en una escuela de música para perfeccionar sus habilidades como compositor y creó una banda propia llamada Point Cardinale. Finalmente, el teclista Joe Zawinul, en su constante búsqueda de nuevos talentos, advirtió la presencia del joven bajista en los clubes parisinos y lo fichó para su álbum de 1992 We the people, lo que supuso el estreno discográfico del bajista como acompañante de un nombre de relevancia internacional. En 1995, animado por el guitarrista Mike Stern, Bona abandonó París para establecerse en Nueva York, en cuya jam scene causaría un inmediato y notable impacto; de repente, Richard se encontró trabajando con los mayores nombres de la escena de jazz mundial, como Mike Stern, Randy Brecker, Michael Brecker, Bob James, Chick Corea, Bobby McFerrin o Branford Marsalis entre otros muchos.
En 1998, Bona grabó el primero de sus cuatro álbumes en solitario, Scenes From My Life, y un año más tarde se embarcaría como corista y percusionista en una gira mundial con Pat Metheny Group, junto a Steve Rodby, el bajista de la banda. En el 2004 Bona forma su propio sexteto fijo con el que ha recorrido los principales festivales de jazz del mundo. Aunque desde entonces el músico se ha focalizado en su proyectos en solitario, aún mantiene una apretada agenda de colaboraciones, además de actuar esporádicamente con Mike Stern, Steps Ahead o la Jaco Pastorius Big Band en distintos locales de Nueva York.
Es fácil comprobar mediante un rápido vistazo a su trayectoria que Bona ha trabajado con los más importantes músicos de la escena neoyorquina, y que lo ha hecho abarcando una amplísima variedad de registros estilísticos, que van desde el jazz hasta el funk o el pop.
Bona es un cantante muy capaz y un multinstrumentista con una increíble capacidad natural de aprender a tocar cualquier instrumento nuevo tan sólo mirando como es ejecutado.4 En lo que respecta a sus aportaciones en el bajo eléctrico, Bona es uno de los mayores virtuosos de la actualidad y una de las figuras que más atención atrae de parte de las revistas especializadas y de los aficionados al instrumento. Bona es músico y compositor antes que bajista, y su música es una obra integral donde cada instrumento tiene un papel diseñado para contribuir equitativa y musicalmente a la esencia del tema5 y un espacio cuyo centro está ocupado por la melodía, y no por ningún instrumento particular. Esta concepción, además de contribuir a acercar las propuestas de Bona a un público mucho más amplio, le ha proporcionado una credibilidad como compositor entre los críticos especializados que no es nada fácil encontrar en muchos de sus colegas bajistas.
El lenguaje de Bona en su doble vertiente de compositor y músico, refleja sus múltiples y variadas influencias (desde las complejas armonías características del jazz6 hasta los intrincados poliritmos característicos de las músicas tradicionales africanas, pasando por la importancia de la melodía que se deriva del interés del músico en el pop y el soul).
Aunque Richard Bona posee un amplio arsenal de bajos eléctricos, mantiene desde hace años un contrato de endorsement con la firma norteamericana Fodera que le lleva a usar preferentemente los instrumentos fabricados por esta marca en los conciertos y grabaciones del artista.
sábado, 6 de agosto de 2011
Chicago (Band) - Old Days Live
Es, junto con Blood, Sweat & Tears (BS&T), la banda más representativa de lo que se dio en llamar Jazz Rock. Se fundó en la ciudad de su mismo nombre, en 1967, aunque inicialmente se denominó "Chicago Transit Authority", nombre que debieron recortar por problemas jurídicos con el ayuntamiento de la ciudad.
La banda estuvo integrada, inicialmente, por Lee Loughnane (trompeta), James Pankow (trombón), Walter Parazaider (saxos, flauta), Robert Lamm (voz, piano, órgano), Terry Kath (guitarra, voz), Peter Cetera (bajo, voz) y Danny Seraphine (batería, percusión). Al contrario que BS&T, Chicago mantuvo esta formación bastante estable, a lo largo de su historia. El grupo se formó en el invierno de 1967, a partir del núcleo de la banda de Kath, Parazaider y Seraphine, que se llamaba The Missing Links, durante una jam session en la Universidad DePaul, cuando se les unieron en el escenario Pankow y Loughnane. El nuevo grupo se llamó The Big Thing, y se completó poco después con Cetera y Lam. Fue éste quien embarcó a la banda en una gira a Los Ángeles, donde, ya bajo el nombre de Chicago Transit Authority, cosecharon un inesperado éxito.
Ese mismo año, el productor James William Guercio, decidió tutelarlos y, por ello, renunció a producir el primer disco de BS&T, tal como le había pedido Al Kooper. Sí produjo, sin embargo, el segundo, aunque sólo después de que CBS le hubiese dado luz verde a la grabación del primer álbum de "sus chicos".
El primer álbum apareció bajo el nombre del propio grupo, Chicago Transit Authority (Columbia, 1969) y se trató de un disco doble. Algunos de los cortes incluidos en este primer álbum doble son esenciales en el sonido del rock americano de finales de esa década: el progresivo y, como se decía entonces, underground I'm a man; la electrizante Free form guitar; temas robustos y sólidos, como Introduction; verdaderas joyas pop como Does anybody really know what time it is? o Beginnings, con su set final de percusión.1 El álbum tuvo un impacto mediático enorme y logró índices de venta suficientes en todo el mundo, como para que el grupo realizara una primera gira por Europa, en otoño de 1969.
Un año más tarde, la banda publicó su segundo álbum doble, bajo el título de Chicago II (1970). Este nuevo disco contenía varios hits, como 25 or 6 to 4, y algunas de sus obras maestras: La suite Ballet for a girl in Buchanan, en siete partes, o el tema Poem for the people. El tercer disco, también doble, llamado, por supuesto, Chicago III (1971), abundó en la misma línea que el anterior, y tiene también un buen nivel creativo, aunque es inferior a los dos anteriores. Incluyó también tres suites, entre las que destaca la poderosa An hour in the shower, cantada por Kath. No hubo, en este caso, ningún superhit, aunque el disco logró muy buenas ventas.
Ese mismo año, la banda rizó el rizo con la publicación de un cuádruple álbum en directo, Chicago IV (1971), que no aportó realmente nada a su discografía. Su época de oro musicalmente hablando, pareció claramente concluida con el disco Chicago V (1972) que, aún cuando contenía algunos buenos temas (Dialogue, A hit by Varese...) y algún hit remarcable (Saturday in the park), carecía ya del nivel creativo de los tres primeros. Sin embargo, fue el primero de sus discos en alcanzar el nº1 en EEUU, y el comienzo de una racha que duró hasta el undécimo disco. Ese mismo año, se publicó otro álbum en directo, Live in Japan (1972).
Los siguientes años vieron cómo el grupo sacaba nuevos discos a un ritmo elevado (6 discos en 5 años). El grupo se había reforzado con un percusionista, Laudir de Oliveira, que ya había colaborado con ellos en algunas giras, y la producción seguía en manos de Guercio, pero su música fue perdiendo fuelle creativo, lo que no obstó para que mantuvieran un considerable éxito comercial, especialmente con su álbum Chicago X (1976), que contenía su más conocido hit: If you leave me now, una hermosa balada, cantada por Cetera, que fue un éxito a nivel mundial y motivó una nueva gira por Europa.
En 1978, Guercio abandona definitivamente la producción del grupo, y la banda entra en una profunda crisis. Terry Kath muere de un disparo cuando jugaba a la ruleta rusa, y su puesto lo cubre el guitarrista Donnie Dacus. Los siguientes discos, Hot streets (1978) y XIII (1979), producidos por Phil Ramone, son un relativo fracaso comercial y artístico, igual que el mediocre XIV (1980). Por primera vez desde la aparición del grupo, un nuevo disco de Chicago no entraba en el Top 50 de Billboard, ni siquiera en los últimos puestos.
Musicalmente, la banda cae en una repetición monótona de esquemas, abusando de los sonidos Soft Rock, y clonando sucesivas baladas cantadas por Cetera, en un intento de reeditar el éxito de 1976. Durante la gira 1982-83, Dacus es sustituido por Bill Champlin (que luego volvería en distintas giras), y el disco que se publica ese año, Chicago 16, vuelve a entrar en los primeros puestos de las listas de ventas.El primer sencillo de este álbum, "Hard to say i´m sorry", alcanza el número 1 en Billboard y en otros listados de popularidad en el mundo. Así, parece terminarse la crisis.
disco Chicago 17 (1984) es el último que graba Peter Cetera, que contiene dos de los más grandes éxitos soft rock cosechados en la historia de la banda: "Hard Habit to break" y "You're the inspiration". Peter Cetera decide abandonar la banda e iniciar una aventura discográfica de manera solitaria. Y el elegido, tras realizar numerosas audiciones, es Jason Scheff, quien se ajustaba a lo que la banda estaba buscando (un buen cantante, con un cierto toque "Cetera" y un bajista sólido, hijo del bajista que solía acompañar a Elvis Presley). Algunos cambios más se producen en la década de 1990, año en que Danny Seraphine abandona el grupo y es sustituido por Tris Imboden. Algunos años después (1995), Keith Howland se une al grupo como guitarrista definitivo, al convencer al resto de la banda. Según declaraciones de miembros de la banda, desde la muerte de Terry Kath no habían encontrado el sonido ni el toque de guitarra que buscaban, hasta la aparición de Keith Howland
En todo este período, Chicago sigue sacando discos con regularidad y realizando giras por EE.UU.. Los discos de estudio, desde luego, ya no tienen ningún interés musical, refugiados en su cómodo soft-rock, ni tampoco logran grandes ventas. No es el caso de los recopilatorios, que se siguen editando cada cierto tiempo y que logran mejores resultados comerciales.
El grupo sigue en activo en 2010 y con una amplia agenda de conciertos, tras sus dos últimos discos de estudio, Chicago XXX, publicado en 2006, y Chicago XXXII- Stone of Sisyphus, publicado en 2008. En 2009, Lou Pardini sustituye a Bill Champlin en los teclados.
La banda estuvo integrada, inicialmente, por Lee Loughnane (trompeta), James Pankow (trombón), Walter Parazaider (saxos, flauta), Robert Lamm (voz, piano, órgano), Terry Kath (guitarra, voz), Peter Cetera (bajo, voz) y Danny Seraphine (batería, percusión). Al contrario que BS&T, Chicago mantuvo esta formación bastante estable, a lo largo de su historia. El grupo se formó en el invierno de 1967, a partir del núcleo de la banda de Kath, Parazaider y Seraphine, que se llamaba The Missing Links, durante una jam session en la Universidad DePaul, cuando se les unieron en el escenario Pankow y Loughnane. El nuevo grupo se llamó The Big Thing, y se completó poco después con Cetera y Lam. Fue éste quien embarcó a la banda en una gira a Los Ángeles, donde, ya bajo el nombre de Chicago Transit Authority, cosecharon un inesperado éxito.
Ese mismo año, el productor James William Guercio, decidió tutelarlos y, por ello, renunció a producir el primer disco de BS&T, tal como le había pedido Al Kooper. Sí produjo, sin embargo, el segundo, aunque sólo después de que CBS le hubiese dado luz verde a la grabación del primer álbum de "sus chicos".
El primer álbum apareció bajo el nombre del propio grupo, Chicago Transit Authority (Columbia, 1969) y se trató de un disco doble. Algunos de los cortes incluidos en este primer álbum doble son esenciales en el sonido del rock americano de finales de esa década: el progresivo y, como se decía entonces, underground I'm a man; la electrizante Free form guitar; temas robustos y sólidos, como Introduction; verdaderas joyas pop como Does anybody really know what time it is? o Beginnings, con su set final de percusión.1 El álbum tuvo un impacto mediático enorme y logró índices de venta suficientes en todo el mundo, como para que el grupo realizara una primera gira por Europa, en otoño de 1969.
Un año más tarde, la banda publicó su segundo álbum doble, bajo el título de Chicago II (1970). Este nuevo disco contenía varios hits, como 25 or 6 to 4, y algunas de sus obras maestras: La suite Ballet for a girl in Buchanan, en siete partes, o el tema Poem for the people. El tercer disco, también doble, llamado, por supuesto, Chicago III (1971), abundó en la misma línea que el anterior, y tiene también un buen nivel creativo, aunque es inferior a los dos anteriores. Incluyó también tres suites, entre las que destaca la poderosa An hour in the shower, cantada por Kath. No hubo, en este caso, ningún superhit, aunque el disco logró muy buenas ventas.
Ese mismo año, la banda rizó el rizo con la publicación de un cuádruple álbum en directo, Chicago IV (1971), que no aportó realmente nada a su discografía. Su época de oro musicalmente hablando, pareció claramente concluida con el disco Chicago V (1972) que, aún cuando contenía algunos buenos temas (Dialogue, A hit by Varese...) y algún hit remarcable (Saturday in the park), carecía ya del nivel creativo de los tres primeros. Sin embargo, fue el primero de sus discos en alcanzar el nº1 en EEUU, y el comienzo de una racha que duró hasta el undécimo disco. Ese mismo año, se publicó otro álbum en directo, Live in Japan (1972).
Los siguientes años vieron cómo el grupo sacaba nuevos discos a un ritmo elevado (6 discos en 5 años). El grupo se había reforzado con un percusionista, Laudir de Oliveira, que ya había colaborado con ellos en algunas giras, y la producción seguía en manos de Guercio, pero su música fue perdiendo fuelle creativo, lo que no obstó para que mantuvieran un considerable éxito comercial, especialmente con su álbum Chicago X (1976), que contenía su más conocido hit: If you leave me now, una hermosa balada, cantada por Cetera, que fue un éxito a nivel mundial y motivó una nueva gira por Europa.
En 1978, Guercio abandona definitivamente la producción del grupo, y la banda entra en una profunda crisis. Terry Kath muere de un disparo cuando jugaba a la ruleta rusa, y su puesto lo cubre el guitarrista Donnie Dacus. Los siguientes discos, Hot streets (1978) y XIII (1979), producidos por Phil Ramone, son un relativo fracaso comercial y artístico, igual que el mediocre XIV (1980). Por primera vez desde la aparición del grupo, un nuevo disco de Chicago no entraba en el Top 50 de Billboard, ni siquiera en los últimos puestos.
Musicalmente, la banda cae en una repetición monótona de esquemas, abusando de los sonidos Soft Rock, y clonando sucesivas baladas cantadas por Cetera, en un intento de reeditar el éxito de 1976. Durante la gira 1982-83, Dacus es sustituido por Bill Champlin (que luego volvería en distintas giras), y el disco que se publica ese año, Chicago 16, vuelve a entrar en los primeros puestos de las listas de ventas.El primer sencillo de este álbum, "Hard to say i´m sorry", alcanza el número 1 en Billboard y en otros listados de popularidad en el mundo. Así, parece terminarse la crisis.
disco Chicago 17 (1984) es el último que graba Peter Cetera, que contiene dos de los más grandes éxitos soft rock cosechados en la historia de la banda: "Hard Habit to break" y "You're the inspiration". Peter Cetera decide abandonar la banda e iniciar una aventura discográfica de manera solitaria. Y el elegido, tras realizar numerosas audiciones, es Jason Scheff, quien se ajustaba a lo que la banda estaba buscando (un buen cantante, con un cierto toque "Cetera" y un bajista sólido, hijo del bajista que solía acompañar a Elvis Presley). Algunos cambios más se producen en la década de 1990, año en que Danny Seraphine abandona el grupo y es sustituido por Tris Imboden. Algunos años después (1995), Keith Howland se une al grupo como guitarrista definitivo, al convencer al resto de la banda. Según declaraciones de miembros de la banda, desde la muerte de Terry Kath no habían encontrado el sonido ni el toque de guitarra que buscaban, hasta la aparición de Keith Howland
En todo este período, Chicago sigue sacando discos con regularidad y realizando giras por EE.UU.. Los discos de estudio, desde luego, ya no tienen ningún interés musical, refugiados en su cómodo soft-rock, ni tampoco logran grandes ventas. No es el caso de los recopilatorios, que se siguen editando cada cierto tiempo y que logran mejores resultados comerciales.
El grupo sigue en activo en 2010 y con una amplia agenda de conciertos, tras sus dos últimos discos de estudio, Chicago XXX, publicado en 2006, y Chicago XXXII- Stone of Sisyphus, publicado en 2008. En 2009, Lou Pardini sustituye a Bill Champlin en los teclados.
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